Brilanti es un referente de excelencia en la joyería , reconocida por su habilidad para combinar tradición y diseño contemporáneo.
Fundada por Ana Núñez Bassó (1907- 1999) o como comúnmente se le llamaba en Taxco, Ana Brilanti, fue una de las pocas mujeres artistas pioneras por la orfebrería Mexicana, en 1940 abre su primera Tienda con el Nombre Victoria junto con su esposo Rafael Brilanti
Brilanti se ha mantenido como un legado familiar que celebra la riqueza cultural y la belleza de México a través de cada pieza.
Hoy, la tercera generación de la familia continúa con esta noble tradición, preservando las técnicas artesanales que Ana Brilanti perfeccionó, al tiempo que integra innovaciones modernas que responden a los gustos y estilos de un público global.
La pasión por el diseño y el compromiso con la calidad siguen siendo los pilares fundamentales de Brilanti, asegurando que cada creación sea una obra de arte que honra tanto el pasado como el futuro de la platería mexicana
Una visita inesperada marcó el inicio de una historia que trascendería fronteras y generaciones.
Un día, un grupo de señoras elegantemente vestidas entró a la tienda para admirar las joyas de Ana Brilanti. Fascinadas por su trabajo, le comentaron cuánto admiraban su talento y le hicieron un encargo especial: diseñar un collar único para una amiga muy querida. Le explicaron que a su amiga le encantaban los abanicos, por lo que le pidieron que se inspirara en ellos para crear el diseño.
Ana aceptó el reto y diseñó un collar compuesto por varios elementos, cada uno meticulosamente elaborado en forma de abanico. Cuando las mujeres regresaron a recoger la pieza, le revelaron que el regalo era para la Primera Dama de los Estados Unidos, Eleanor Roosevelt. Además, le solicitaron que no replicara el diseño del collar para nadie más hasta recibir una autorización oficial.
Un tiempo después, llegó una carta desde la Casa Blanca, firmada por la propia Sra. Roosevelt. En ella, expresaba que muchas de sus amigas habían admirado el collar y lo consideraban una obra de arte. Reconociendo su belleza y originalidad, añadió que no sería justo que este diseño fuera exclusivo para ella. Por ello, autorizó a Ana a reproducir el Collar de Abanicos para que más personas pudieran disfrutar de su esplendor.
Este gesto no solo convirtió el Collar de Abanicos en uno de los diseños más icónicos de la joyería Brilanti, sino que también consolidó la reputación de Ana como una de las grandes maestras de la orfebrería mexicana, cuyo legado sigue brillando a través de las generaciones
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